Desde hace varios años, nuestro conjunto ha sido reconocido como uno de los mejores del sector, no solo por sus instalaciones, sino también por el fuerte sentido de unión y comunidad entre sus habitantes. Sin embargo, para mantener este estándar, es imperativo que todos los copropietarios colaboren y cumplan con sus obligaciones.
Este año, y a pocos días de las fechas especiales decembrinas, con pesar debemos anunciar la lamentable cancelación de la celebración de velitas que año tras año venia alegrando a las familias de nuestra copropiedad.
Es esencial reconocer que la fortaleza de nuestra comunidad depende de la responsabilidad individual. La cancelación de este tipo de eventos sociales, es el resultado del incumplimiento de las obligaciones financieras, las cuales hoy por hoy ascienden a los 349 millones de pesos en mora.
En este contexto, uno de los principales desafíos que enfrentamos como comunidad es la falta de cumplimiento en el pago de la administración, mismo rubro que garantiza el adecuado mantenimiento y funcionamiento de nuestras instalaciones, y el músculo para cumplir con las responsabilidades, afectando la calidad de vida de todos los residentes.
Además, no podemos pasar por alto las repetidas infracciones al manual de convivencia. Este documento, diseñado para promover un ambiente armonioso y respetuoso, establece pautas y normas para la convivencia en nuestro conjunto residencial. Lamentablemente, la falta de adhesión a estas normas ha generado tensiones innecesarias y ha contribuido a debilitar el sentido de comunidad que todos anhelamos.
La decisión de no realizar fiesta de velitas, es un llamado de atención a la comunidad, es un recordatorio de que para mantener y fortalecer nuestro conjunto residencial como un espacio ejemplar, debemos comprometernos con nuestras obligaciones financieras, así como respetar y cumplir con las normas establecidas en el manual de convivencia.
Como comunidad, debemos reflexionar sobre el impacto de nuestras acciones individuales en el bienestar colectivo. El desafío actual es convertir esta situación en una oportunidad para fortalecer nuestra responsabilidad y construcción de comunidad.